Esta nueva ley tiene sus ventajas y desventajas. En economía decimos pan para hoy y pobreza para mañana.
A mucha gente no le va a gustar mucho porque está jugando con el futuro, con lo sagrado, nuestra jubilación, ese ingreso que es para cuando ya no podamos trabajar. Te están empobreciendo.
Cesar Vargas, Economista
El gobierno lo llama beneficios, pero son sus propias contribuciones, es nuestro dinero lo que nos devuelven. Aunque no es obligatorio, pero nos motiva por la pandemia que viene desde 2019. Son cosas muy delicadas.
Hay tres opciones colocadas. Si tienes más de 50 años y has depositado hasta 10.000 Bs, puedes recibir el 100%, pero pierdes participación solidaria, seguro médico y fondo de vida para los más desfavorecidos por los ancianos.
Aquellos que tienen hasta 100.000 Bs pueden obtener hasta el 15%, pero si retiras, tendrás que devolver más del rendimiento que está ganando el dinero de los contribuyentes. Eso significa devolver el doble a las AFP. Es como un préstamo con intereses sobre su propio dinero.
Lo mismo ocurre con las personas con más de 100.000 Bs.Para estos dos últimos grupos la ley es muy dura y en mi opinión es mejor dejar el plato.
Las ventajas son para las personas mayores que no pudieron cotizar, no cuentan con los 120 aportes mínimos que se realizan en 10 años de trabajo, ni la edad de 65 años para jubilarse.
No olvide que el monto mínimo de pensión es de Bs 2.100 para los cotizantes a 10 años.
Otro problema es que no existen condiciones para crear una empresa, los requisitos son muy difíciles para quien quiera emprender un negocio con ese dinero.
Las políticas públicas deben abordarse de manera diferente y no tocar los bolsillos de los ciudadanos. La medida no es correcta.