Un elefante bebé cometió el “crimen” más insólito y a la vez gracioso que pudiéramos imaginar. Sucedió en Chaing Mai, en el norte de Tailandia. El pequeño elefante estaba saboreando las deliciosas cañas de azúcar en el campo de un granjero, cuando de pronto se da cuenta de que lo descubrieron “robando”.
En su inocente análisis, pensó que lo mejor era ocultarse y no tuvo mejor idea que hacerlo detrás de un poste de luz, así “nadie lo vería.”
La acción de este travieso elefante se compartió en las redes sociales y en pocos días millones de reproducciones se hicieron.
A medida que Tailandia se iba urbanizando más y más, los elefantes se iban quedando sin su hábitat natural. A este problema se sumó la caza furtiva, que redujo la cantidad de animales de manera alarmante.
Khao Yai, es un parque nacional que sirve de refugio para los elefantes en Tailandia. Allí, viven libremente y se desplazan con total seguridad.
Ojalá, otros tantos países promuevan la protección de los elefantes y de todas las especies que se ven amenazadas.
A los elefantes les encanta las cosas dulces y claro, no tienen mucha oportunidad de encontrar dulces en la selva. Es por eso que cada vez que pueden, aprovechan de saborear este manjar, tal como hizo el elefante “ladrón”de nuestra noticia.