Jerry Windle apenas se veía alguna vez como padre, pero un día su vida cambió por completo.
Un día vio una historia en una revista que contaba la vida de los huérfanos en Camboya. Se contactó con funcionarios camboyanos y pronto llegó una noticia que cambiaría su vida. En junio del 2,000 Jerry viajó a Nom Pen, Camboya, donde su futuro hijo, Jordan, había estado viviendo en un orfanato desde que murieron sus padres biológicos.
Jordan sufría desnutrición, sarna e infecciones graves. Jerry viajó con él a su hogar en Florida, lo cuidó hasta que recuperó la salud e inmediatamente se convirtió en su padre.
Al estar juntos en los Estados Unidos, hubo numerosos obstáculos para la nueva familia. Jordan tenía varios problemas de salud, estaba débil, y se comunicaba con Jerry con ayuda de las señas porque todavía no sabía hablar inglés.
El camino de los futuros logros olímpicos de Jordan comenzaron a sus 7 años. Fue notado por Tim O’Brien, hijo de un famoso entrenador de buceo, Ron O’Brien, en un campamento de esta actividad. Entonces Jordan fue incorporado a un programa de buceo especial y empezó a conquistar sus primeras victorias.
Después de 3 pruebas olímpicas, a los 13 años, y luego a los 16, Jordan cumplió su sueño y clasificó para el evento de plataforma masculina.
Jordan compitió por los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos, y en su corazón también representa a Camboya. Se tatuó la bandera de este país en el brazo para que los espectadores la vieran durante sus competencias.
Padre e hijo celebraron su historia publicando un libro para niños, del cual fueron coautores en el 2011. “An Orphan No More: The True Story of a Boy” es la historia de un gallo a quien otros animales le dicen que no podrá ser padre sin una gallina. Un día se topa con un huevo que nadie quiere y lo que eclosiona es un patito. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, los 2 prueban que “donde hay amor, hay familia”.
Fuente: Genial.guru