La inflación a 12 meses cedió en marzo en Brasil y cayó a 4,65%, su menor nivel desde el año móvil cerrado en enero de 2021, según datos oficiales difundidos este martes.
La inflación se ubicó así por debajo del 5,60% observado en febrero para la medición a 12 meses, indicó el Instituto Brasileño de Estadísticas (IBGE).
Es el mejor resultado del Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) desde enero de 2021, cuando el dato fue de 4,56%.
Es una buena noticia para el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el poder desde enero. El Ejecutivo espera disipar los fantasmas de un prolongado ciclo inflacionario para apalancar el crecimiento económico.
El índice mensual en tanto, también cayó en el tercer mes del año, a 0,71%, frente a 0,84% en febrero y 1,62% en marzo de 2022.
La inflación en marzo se vio impulsada por un alza de los combustibles, que responde a la decisión del gobierno de Lula de ordenar la reanudación parcial del cobro de impuestos federales sobre la gasolina y el diésel, suspendido por la administración de su antecesor, el derechista Jair Bolsonaro, en pleno periodo electoral.
“Los resultados de la gasolina y del etanol fueron influenciados principalmente por el regreso del cobro de impuestos federales al inicio del mes”, señaló el IBGE en un comunicado.
Tasas vs. crecimiento
Lula, quien derrotó a Bolsonaro en los comicios de octubre, promete un regreso al crecimiento económico sólido, aunado a políticas las de asistencia social que marcaron sus primeros gobiernos (2003-2010).
Las perspectivas de un mayor gasto social han causado recelo en el mercado, que teme un descontrol de las cuentas públicas y una nueva disparada de la inflación.
Brasil cerró 2022 con una inflación de 5,79%, por encima de la meta del Banco Central, aunque por debajo de la marca de 2021, cuando el alza de precios al consumidor alcanzó 10,06%.
Lula, de 77 años, libra una discusión con el titular del Banco Central, Roberto Campos Neto, e insiste en que el ente debe reducir la tasa de interés de referencia Selic para impulsar el crecimiento.
La economía de Brasil se contrajo 0,2% en el cuarto trimestre de 2022 sobre el trimestre anterior, lo que aumenta los temores de que el gobierno pueda estar ante una recesión si se confirma la tendencia.
Pero el Banco Central (BCB) parece más preocupado por la inflación y a fines de marzo mantuvo, por quinta vez consecutiva, la tasa de interés de referencia en 13,75%, una de las más altas del mundo.
La meta del Central para 2023 es conseguir una inflación de 3,25%, con un margen de +/- 1,5%.
Pero el mercado elevó esta semana su expectativa de inflación para este año a 5,98%, según el boletín Focus del BCB.