En los últimos diez años la producción de tumbo ha logrado reemplazar a la papa en el municipio de Sacaba debido a la facilidad de su cultivo y el año redondo de cosecha que derivan en su alta rentabilidad económica.
Si bien Sacaba es papero por excelencia y tiene el título de ser el mayor productor de las variedades waych’a y desiré en Bolivia, el tumbo se ha ido abriendo mercado en Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y Oruro, principalmente.
El director de Desarrollo Productivo de Sacaba y también productor de tumbo, José Trujillo, recuerda que los innovadores fueron los comunarios de Pilancho, quienes se arriesgaron y pusieron las nuevas semillas en sus parcelas donde habitualmente producían papa.
El resultado fue exitoso y actualmente la producción de tumbo en 700 metros cuadrados rinde seis veces más que la papa, en esa misma extensión de terreno. El tubérculo genera una ganancia de 2 mil bolivianos y el tumbo 12 mil bolivianos, explicó.
En Sacaba se produce tumbo en Pilancho, Tutimayu, Melga, Santa Rita, Choquechampi, Laquiña, Chiñata, Sapanani, Mayu Molino, Chaqui Jocha, Molino Blanco, Yusta, Curubamba, Huayllani y Quinsa Mayu.
Cuenta que los comunarios decidieron reemplazar la papa por el tumbo porque notaron que la tierra estaba cansada y no era apta para una buena cosecha del tubérculo y ahora hay cerca de 200 productores de tumbo.
Entonces probaron la iniciativa en pequeñas parcelas y el resultado fue favorable, hoy se pueden ver extensos cultivos del fruto que se produce año redondo. Se puede cosechar cada dos semanas, explica Trujillo.
En una superficie de 700 metros cuadrados se produce cerca de 35 arrobas de tumbo cada mes que se comercializa a un precio promedio de 50 bolivianos la arroba, es decir, tienen una ganancia mensual de 1.750 bolivianos. En temporadas buenas la arroba cuesta hasta 90 bolivianos y en las críticas llega a los 40 bolivianos, no menos, precisa.
El tumbo es originario de Capinota, pero logró adaptarse en las comunidades sacabeñas que se encuentran sobre los 3.000 metros sobre el nivel del mar. La diversidad de pisos ecológicos y las alturas que tiene el municipio permitieron que el tumbo rinda con las características anheladas. En las cordilleras el suelo es rojizo y se caracterizan por ser los más fértiles por la cantidad de hierro que tienen, menciona.
Trujillo explicó que el tumbo es un fruto de producción por espaldares y en surcos por su característica de enredadera. El fruto del tumbo mide aproximadamente ocho centímetros de largo y cuatro de diámetro, su cáscara gruesa permite su manejo sin dañarlo. Si suelto el fruto no se revienta y eso es bueno para trasladar el producto a los mercados de otros departamentos, dice.
El cultivo de tumbo favorece a la tierra debido a que, después de la poda de la planta, la hojarasca se queda en el suelo y fertiliza el terreno. Al cultivar papa, se saca el tubérculo y no queda nada para regenerar el suelo.
Uno de los requisitos para que haya una buena producción es la disponibilidad de agua, la mayoría de las parcelas tiene un sistema de riego por goteo, pero con un acople por inundación.
Actualmente, comerciantes mayoristas llegan hasta las comunidades para comprar el producto por arrobas y comercializarlo en los mercados locales, e incluso lo llevan a otros departamentos como Santa Cruz, La Paz y Oruro.
Trujillo indicó que la venta del productor al consumidor se ve limitada por la falta de transporte que facilita la llegada de la fruta a los centros de abasto de Sacaba y de la ciudad de Cochabamba.
La dedicación es la clave para una buena producción de tumbo, es decir, una poda de la planta cada mes, la fumigación y el riego adecuado para garantizarán que el cultivo no enferme con arañuela.
INDUSTRIALIZACIÓN. El municipio de Sacaba apunta a la fortalecer la transformación de tumbo en la Planta Procesadora de Tutimayu donde se produce pulpa, concentrado y refresco de tumbo.
Actualmente, la producción de jugo de tumbo se incluye en el desayuno escolar y se trabaja en diversificar los productos.
La iniciativa de los comunarios es importante y se observan iniciativas como la producción de vino de tumbo, mermelada y otros derivados.