Un escandaloso caso que lleva ya varios años en la vía civil y penal ha sacudido estos días la opinión pública en lo que es un evidente caso de extorsión y legitimación de ganancias ilícitas en perjuicio de los antiguos dueños de la Red PAT.
Escandaloso caso de supuesta extorsión y legitimación de ganancias ilícitas
El Dr. Jorge Pérez Valenzuela, abogado de Abdalah Daher, antiguo propietario de Red PAT, declaró detalles del proceso civil que se lleva a cabo en el que se denuncia las irregularidades que hubo en la venta de Red PAT en el 2012. Daher declaró que un grupo de empresarios a través de ciertas medidas extorsivas se adueñaron ilegalmente de PAT.
Según Daher, fue amenazado con ir preso, así como a su hijo si no vendía las acciones de PAT. La venta se dio en condiciones muy desfavorables ya que prácticamente fue obligado a vender una empresa valuada en aproximadamente en 15 millones de dólares en 4 millones novecientos mil dólares.
El Dr. Jorge Pérez añade que Daher no sólo fue obligado a vender PAT, no sólo a precio muy por debajo de lo que valía, sino que nunca recibió un solo centavo por la venta. Es más, según la cláusula N° 8 del contrato de los 4.9 millones de dólares que supuestamente recibiría Daher, sólo recibiría 500,000 dólares entregados en 4 cuotas. 4millones de dólares iban a ser pagados a través de servicios de publicidad para las empresas de Daher o de terceros y el saldo en pasajes de avión e inmuebles. Es decir, hasta la forma de pago fue impuesta bajo amenaza.
El abogado recalca que al no haber percibido un solo centavo en los 5 años se incurre en incumplimiento de contrato por lo que se abrió en el proceso civil una demanda por resolución de contrato en contra de José Luis Valencia Lozano y Marcelo Hurtado.
PAT, en manos de sus nuevos dueños funcionaba en uno de los predios de Abdallah Daher, el cual no recibió ningún pago por concepto de alquiler, se usaron además los equipos de PAT y por último terminaron por desmantelarlo.
Una humilde vendedora de pan y su esposo chofer con sueldo mínimo. Los nuevos dueños de PAT.
El escandaloso caso, no termina allí. Según afirma el Dr. Jorge Pérez, José Luis Lozano en un afán de que no figuren sus nombres como dueños y deslindar ciertas responsabilidades transfiere las acciones a una humilde señora que hacía y vendía pan en La Paz y a su esposo, chofer de horario nocturno que trabajaba en PAT con un sueldo base de Bs. 2,100 mensual.
Modificaron el acta de transferencia de manera unilateral sin participación de Daher a nombre de ella y su esposo, transfiriendo las acciones a COSTO CERO.
Según declaraciones a los medios por parte de la Sra. Alondra Machicado Ibáñez (actual dueña de Itaca S.R.L. y su principal activo: la Red PAT) ella fue obligada a firmar un documento en que se les trasfería las acciones. Dicho documento fue entregado por la secretaria de José Luis Valencia, Fabiana Santa Cruz.
Ella declara haber firmado bajo amenaza de despido de su esposo. Añade además que nunca le dieron una copia del documento y se enteró cuando pudo ver su nombre como dueña de PAT en Fundempresa y en Impuestos Nacionales.
Con lágrimas en los ojos declaró haber sido amenazada y obligada a firmar.
Proceso en la actualidad
Por todo lo acontecido, Daher, a través de su abogado, inició un primer y segundo proceso penal por Legitimación de Ganancias Ilícitas en contra de Valencia y Hurtado.
En junio de este año, una de las personas imputadas de apellido Espejo, se arrepiente y se somete a un proceso abreviado declarándose culpable. Declara haber aceptado de manera obligada a aparecer como si fuera empresario para encubrir las operaciones que se hicieron en PAT.
El 20 de julio los imputados arman un proceso penal contra Espejo. Alondra Machicado lo denuncia junto a otras personas por secuestro y extorsión. Según el Dr. Jorge Valenzuela, con una clara intención de entorpecer el proceso y presionar a Espejo a que desista de sus declaraciones.
Valenzuela afirma además que han aparecido varias personas a nombre de los imputados para “arreglar” la devolución de PAT a sus antiguos dueños. Sin embargo, el proceso sigue su curso esperando que al fin se haga justicia.