El cultivo de coca pasó de 25.500 hectáreas a 20.400 hectáreas entre 2019 y 2020, lo que representa un aumento del 15%, equivalente a 3.900 hectáreas, según el seguimiento de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), presentado este martes en La Paz.
En el área de Los Yungas, los cultivos aumentaron de 16.296 a 18.302 hectáreas, mientras que en el Trópico de Cochabamba hubo un incremento de 1.837 hectáreas, de 8.769 hectáreas en 2019 a 10.606 en 2020, revela el informe presentado por Thierry Rostan, UNODC. representante en el país.
“Mayor incremento en los yungas”
“El 62% del área cultivada con coca se cuantificó en la región de Yungas de La Paz, el 36% en el Trópico de Cochabamba y el 2% en el Norte de La Paz. Respecto a 2019, las tres regiones mostraron un incremento del 12%, 21% y 9% respectivamente ”, según el informe.
De acuerdo con la Ley 906 de coca, vigente desde marzo de 2017, en Bolivia se permiten 22.000 hectáreas de cultivos en áreas autorizadas. Esto significa que hay un excedente de 7.400 hectáreas. El límite anterior era de sólo 12.000 hectáreas.
El informe también destaca que los mayores incrementos en la cosecha se registraron en la provincia de Sud Yungas con 1.560 hectáreas, y en la provincia de Carrasco con 807 hectáreas. En áreas protegidas, el Parque Nacional Carrasco con 76 hectáreas y el Parque Amboró con 47 hectáreas de expansión.
En los parques nacionales se identificó un aumento del 44% en el cultivo de coca, ya que en 2019 había 315 hectáreas y en 2020 esta cifra se elevó a 454.
Drástica caída en la erradicación
En 2020 se erradicaron 2.177 hectáreas. En 2019, la erradicación había sido de 9.205 hectáreas.
El representante de UNODC, Thierry Rostan, indicó que el número de erradicación es el más bajo registrado desde que la agencia realizó el monitoreo en Bolivia.
Del área de cultivos erradicados, 1,721 corresponden al Trópico de Cochabamba y 456 a los Yungas.
Según el informe, en enero de 2020 se informó la ausencia de actividades de erradicación y posteriormente, como consecuencia de la pandemia COVID-19, los meses de abril, mayo, junio y julio no reportaron actividades como consecuencia de las medidas de restricción. y cuarentena.
A partir de finales de julio se retomaron las tareas de racionalización / erradicación y se mantuvieron estables hasta mediados de diciembre, cuando finalizó la el ciclo de gestión.