25horas.com.bo

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano luego de las contundentes declaraciones del papa Francisco en las que calificó al régimen sandinista como “una dictadura grosera, guaranga”.

En una entrevista al diario argentino en línea Infobae, el Papa calificó el viernes a Nicaragua de “dictadura grosera” y declaró que el presidente Ortega tiene un “desequilibrio”.

Las declaraciones del Pontífice se produjeron apenas unos días después de que el Gobierno del país centroamericano decidiera cerrar dos universidades vinculadas a la Iglesia católica.

La representante del régimen sandinista ante la Santa Sede “comunicó verbalmente” la decisión en la Secretaría de Estado del Vaticano, según el diario El Confidencial de Nicaragua, que dirige el periodista exiliado Carlos Fernando Chamorro.

Horas después de que se conoció la noticia, el Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen emitió una declaración oficial en el que no utiliza el término ruptura pero sí confirma una “suspensión de la relaciones diplomáticas”.

La fuentes citadas por el Confidencial indican que esa ruptura supondría también el cierre de las respectivas embajadas.

En sus declaraciones del viernes, el Papa manifestó que “con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, dijo Francisco, refiriéndose a Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en cuestionados comicios.

En la entrevista, el Papa argentino hizo referencia sin nombrarlo al obispo católico Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.

“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, manifestó.

El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país por ser “traidores a la patria”.

Antes de conocerse esta ruptura, una fuente cercana a la Iglesia católica aseguró al diario español El País que las relaciones diplomáticas entre El Vaticano y Managua estaban en “un congelamiento” en un contexto de persecución religiosa y la condena a 26 años de prisión de Álvarez. Según esta fuente, este distanciamiento con la Santa Sede no sólo profundizan el aislamiento internacional de la pareja presidencial, sino que son una reacción al “muro infranqueable de maldad, mentira y cinismo” con el que el Vaticano se ha topado al momento de intentar dialogar con el Gobierno sandinista, en especial por el arresto y condena del obispo Álvarez.

“No pierdo la esperanza de que después de cierto tiempo la diplomacia vaticana pueda hacer otro intento de acercamiento. No creo que dejen abandonado a monseñor Álvarez. De momento es un buen golpe a la dictadura que en ocasiones cínicamente saludan al Papa”, manifestó esta fuente, según El País.

“Creo que el Vaticano, tratando de dialogar con la dictadura, se ha topado con un muro infranqueable de maldad, de mentira y de cinismo”, insistió.

Nicaragua enfrenta una ola de condena de la comunidad internacional debido a la deriva autoritaria del ejecutivo de Ortega, quien gobierna con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Centenares de opositores fueron detenidos en el país en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2018.

Desde entonces, el Gobierno se ha enfrentado también al mundo eclesiástico y a líderes de la Iglesia que han criticado sus distintas políticas de Estado.

Hace casi un año, el Gobierno expulsó por ejemplo al nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.

Dejanos tu reacción?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *