El partido Perú Libre, partido que cobijo y se convirtió en la plataforma que llevó Pedro Castillo a la presidencia de Perú hace menos de tres meses, anunció la semana pasada que no le respaldara ni dará el voto de confianza a su nuevo gabinete.
Los dirigentes tradicionales de Perú libre se siente traicionados por el Presidente Castillo, la decisión responde al cese del primer ministro Guido Bellido, con quien el presidente ya había tenido más de un roce.
El líder del partido, Vladimir Cerrón, considera que Castillo ha traicionado sus principio dando un giro a su Gobierno un giro al “centro derechismo” y esto no es fiel con los votantes ni los principios de Perú libre. Castillo, que ganó las elecciones del pasado mes de junio por un cortísimo margen de sólo tres décimas de punto, tampoco gozaba de mayoría en el Congreso. Su partido ganó las legislativas, celebradas en abril, pero sólo obtuvo el 28% de los votos, un total de 37 diputados de 130.
Los conflictos internos de Perú Libre están provocando que la formación oficialista se fragmente creándose banderías más o menos favorables al presidente. 13 de los 37 congresistas de Perú Libre son maestros de profesión (como el propio Castillo) agrupados en la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate Perú) y se sospecha por una serie de movimientos que han hecho en las últimas semanas que quieren constituirse como partido político aparte. Cerrón pasaría así a contar con sólo 24 diputados a sus órdenes, los mismos que la Fuerza Popular de Keiko Fujimori, cabeza de la oposición con quien Castillo se batió en midió durante la segunda vuelta.