25horas.com.bo

“No tenemos estadísticas claras, ya que no contamos con sicólogos en todas las unidades educativas. Hay muchos casos que nunca se denuncian, por el miedo, porque las víctimas prefieren huir para sentirse más seguras”, explicó Verónica Alfaro, presidenta del Colegio de Sicólogos de Bolivia.

“Es un fenómeno constante que aflora cuando ocurren las desgracias, como suicidios o una niña apuñalada. Es un problema que no ha sido abordado y con el que lidian los chicos de forma cotidiana”, dijo Alfredo Rodríguez, escritor y capacitador en temas de bullying.

“No vamos a conseguir nada con solamente impartir algo relacionado con la no violencia el 25 de cada mes, por instructivo del Ministerio de Educación”, cuestionó Mery Ana Cuiza, directora del Colegio Roca y Coronado.

Éstas son tres perspectivas que resumen una realidad violenta para la niñez, y que parece agravarse con los últimos sucesos, como la muerte de una niña que fue apuñalada por un compañero de colegio, y la violación grupal de un menor por otros estudiantes más grandes, además de una segunda presunta violación en el mismo centro educativo. 

“Nosotros como maestros no tenemos autoridad, nos la quitaron, no podemos tocar ni la mochila al alumno, y en colegios particulares es peor todavía”, lamentó Tania Montero, maestra en dos colegios, uno fiscal y otro particular.

Para todos ellos, las cartas están sobre la mesa, el panorama no es el mejor, y, sin embargo, nadie habla de soluciones estructurales.

En cuanto al bullying, Cuiza confesó que es un problema muy arraigado, que se está tratando de combatir, pero que en gran medida depende de los maestros, de su capacitación, compromiso y empatía.

En este punto, reconoció que no todos los profesores se dan cuenta de las situaciones de bullying, ya que solo se concentran en impartir conocimiento, sin dar la importancia necesaria a la vida social del niño, a su emocionalidad.

Puso como ejemplo su propia ‘estrategia’, de caminar por el colegio durante el recreo, donde los alumnos se supone que están más libres. Los estudia, se da cuenta de quiénes tienen o no amigos, quiénes socializan, y de qué maneras.

Para ella, si bien los maestros son la clave para detectar problemas en los menores, hay familias que se convierten en obstáculos que tapan dramas que van desde el acoso hasta las violaciones.

“Nos toca sacar a la luz algo que estaba escondido y la familia no colabora. A menudo hace cambiar la versión de los menores, bajo la presión de que cómo van a denunciar a sus amigos, familiares, etc., entonces el menor calla, y ese ciclo de violencia no acaba. Nos dicen que no nos metamos, es su vida privada”, dijo y agregó que hasta llegaron a amenazarla por meterse en lo que no le importa.

Como parte de su compromiso, Cuiza ha introducido en el colegio que dirige el Programa Avisa, que detecta casos de acoso y abuso sexual a menores, y que le ha permitido llegar a sentencia judicial.

Sexualizar la violencia

Para Alfaro, antes se veía un tipo de humillación que terminaba máximo en un daño sicológico, pero cree que hoy ya la agresión es física, acoso, hasta llegar a una violación. 

“Realmente la violencia, especialmente entre adolescentes, cada vez está implicando mayor daño a sus pares”, lamentó.

La presidenta de los sicólogos de Bolivia considera que los agresores adolescentes tienen alguna discapacidad para poder desarrollarse normalmente, tanto a nivel social como emocional, y utilizan este comportamiento agresivo como una vía principal de comunicación con sus pares. 

“Ser el ‘matón’ los convierte primero en un estatus, y no solamente se da entre pares. Algunos datos indican que los profesores no pueden decir nada, porque estos ‘matoncitos’ agresores están ejerciendo también violencia a los propios profesores. A veces, la víctima o resiste, o huye, o responde, incluso con ideas o con intentos suicidas”, explicó.

La sicóloga María Inés Guardia Balbontín se enfoca en la Educación Sexual Integral (ESI) para prevenir el abuso.

“Yo defiendo con uñas y dientes el tema de la ESI. Nos falta tanta información sobre el tema, tanto que tristemente piensan que ESI es sólo para hablar de acto coital, y no es así. Estoy segura de que muchas víctimas desconocen los límites del otro hacia sus cuerpos”, dijo.

En las cinco sesiones mínimas que realiza de ESI, Guardia dijo que siempre maneja el tema de prevención, secretos, caricias ‘buenas’ y ’malas’, y el semáforo corporal. “En adolescentes recalco más la importancia del consentimiento”, aseveró.

La terapeuta aseguró que el abusador no llega de buenas a primeras a abusar y violar, menos siendo adolescente la víctima. Dijo que el acoso, por lo general, empieza con tocamientos, estudio de la vulnerabilidad de la víctima, y así avanzan de a poco, hasta consumar el abuso o la violación.

“El abusador siempre va a ser una persona encantadora, nunca va a dirigirse de una manera agresiva en un principio”, afirmó.

Para ella, el tema de los secretos es el modus operandi de la mayoría de los agresores, y por esa misma razón cree que debe enseñarse a los menores sobre los secretos ‘buenos’ y ‘malos’, los primeros invitan a jugar, mientras que los segundos asustan, estresan, lastiman.

Caricias ‘buenas’ y ‘malas’
Según Guardia Balbontín, una parte de la ESI tiene que ver con enseñar a los niños a diferenciar las partes del cuerpo por medio del semáforo corporal. Cree que es esencial para prevenir el abuso sexual infantil, porque ayuda a reconocer cuáles son las caricias ‘buenas’, ‘malas’, cuándo guardar secretos, etc. y lo más importante, cuándo decir un no rotundo.

“Más allá del semáforo y sus colores, si los menores se sienten incómodos o con miedo, tienen toda la libertad de decir que no a los tocamientos”, aclaró, y pidió a los padres no obligar a saludar con besos.

La experta en sicología insistió en que hay que enseñar a los pequeños, desde la edad más tierna, a que su cuerpo les pertenece solo a ellos, y que en casos de abuso, la terapia es imprescindible, ya que el niño guarda silencio como estrategia de supervivencia, porque siente que todo cae sobre sus hombros, “por el tema del qué dirán y muchas cosas que pasan por su cabecita”.

Lamentó el acceso tan fácil de los menores a la pornografía, dijo que ha tenido casos de adolescentes con disfunción eréctil por ser adictos al porno, porque sus miembros no son del mismo tamaño de los actores de esos filmes, etc. Asimismo, cuestionó la falta de control de los padres a la hora de entrar en contacto con la tecnología.

Coincidió con ella Alfaro, para quien es habitual que los adolescentes copien lo que ven, y en esta línea también cuestionó el rol de los medios de comunicación.

PARA SABER
PERFIL DEL AGRESOR
En sus redes sociales, la abogada Jéssica Echeverría, además fundadora de la Red Ciudadana Contra el Infanticidio y el Abuso Sexual Infantil, informó que el perfil de los agresores sexuales está cambiando, y que son cada vez más jóvenes.

FALENCIAS

Para la sicóloga Verónica Alfaro, el sistema boliviano no contempla al sicólogo en las unidades educativas, ya que los padres hacen colectas para contratar a estos especialistas. Y donde sí hay sicólogos, estos no abastecen para tantos estudiantes.

Dejanos tu reacción?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

By dayra

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *