Con los objetivos de mejorar el desarrollo del país, descontaminar el Lago Titicaca, mejorar la calidad de los servicios básicos y con ella la calidad de vida de los habitantes de tres municipios del departamento de La Paz. El Ministerio de Medio Ambiente y Agua a través del Viceministro de Agua Potable y Saneamiento Básico puso en marcha la construcción de la más moderna planta de tratamiento de aguas residuales en la ciudad de El Alto.
Carmelo Valda Duarte, Viceministro de Agua Potable y Saneamiento Básico, en una entrevista exclusiva con el semanario Aygún, dio cuenta de lo importante que es este proyecto y el impacto que tendrá en la población y el medioambiente. Este proyecto es, “para evitar la contaminación del lago menor del Titicaca… En ese sentido estamos encarando uno de los proyectos más importantes a nivel nacional, que es el mejoramiento y ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Puchocollo”, afirmó Valda. La actual planta ya habría cumplido su ciclo de vida, siendo además rebasada, por no estar acorde al tamaño de población de la ciudad de El Alto. “El año de 1998 entró en funcionamiento la planta de Puchocollo que tenía una vida útil de 20 años. Entonces esta vida útil ya se ha cumplido el año 2018. Estaba diseñada la planta de tratamiento para 450 litros por segundo. Actualmente los 450 litros por segundo ya han sido rebasados”, señaló el entrevistado. El acelerado crecimiento demográfico de la urbe alteña, el fin del ciclo de vida de la infraestructura y la contaminación del lago sagrado, son los motivos para reemplazar la actual planta de tratamiento de agua.“La futura planta asegura que va a ver remoción de nutrientes que es importante porque, porque estos nutrientes son los que contribuyen a la contaminación del Lago Titicaca. Cuando tenemos estos nutrientes lo que pasa es que hay un crecimiento acelerado de algas que quitan oxígeno a las aguas y posteriormente causan la mortandad de peces, de vida acuática que tenemos en el Lago Titicaca. Además, se mejorará el tratamiento de sólidos y también patógenos de las aguas residuales que vienen de los hogares y las distintas actividades que se realizan día a día por la población” añadió la autoridad. Durante el gobierno de Jeanine Añez el proyecto habría sido paralizado y su avance rezagado. Siendo retomado por el actual gobierno, la nueva planta tendrá una vida útil de 30 años, es decir que funcionará hasta el 2053 y gozará de una capacidad de 2.000 mil litros por segundo, beneficiando además de El Alto a los municipios de Achocalla y Laja. La empresa alemana-italiana Ludwing Pfeiffer será la encargada de poner en marcha la nueva infraestructura en un lapso de tiempo de dos años de construcción y la puesta en marcha en 180 días. El costo de inversión asciende a los 34 millones de dólares. La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento – EPSAS – es la encargada de supervisar el desarrollo del proyecto durante su construcción y posteriormente será la operadora. Tratamiento efectivo de aguas residuales La nueva planta contará con un proceso de tratamiento preliminar, etapa donde se quitarán todas las basuras, grasas y arenas que vienen en el agua residual. Además, contará con un sistema de tratamiento de olores, que consiste en un proceso de extracción y filtración de aire para minimizar todo tipo de gases que puedan afectar a la población de los alrededores. En una segunda instancia, después de la etapa preliminar, se aplicará el tratamiento físico-químico primario, donde al agua residual se van a añadir ciertos químicos que van ayudar a la remoción de los agentes contaminantes. Posteriormente para remover la carga orgánica de contaminación que viene en el agua se aplicará el proceso de lodos activados que incluye la inyección de aire mediante sopladores que van a estar oxigenando el agua las 24 horas del día. En una tercera fase, se desarrollará el tratamiento terciario, mismo que contribuirá a eliminar las partículas más pequeñas, asegurando de esta manera la eliminación de las mismas. Se prevé que los lodos extraídos serán tratados. Las aguas no tendrán unos procesos de residencia demorada como actualmente sino que su tratamiento será mucho más rápido y efectivo. Siendo un equipo de alta tecnología mecanizada los trabajadores no tendrán contacto con las aguas residuales, este se realizará mediante equipos y dispositivos digitales. De esta forma se contribuirá y evitará el deterioro de salud de los operadores de la planta. Todo un complejo, la nueva planta de Puchocollo será todo un complejo de edificios que mejorarán la calidad de la estancia de los trabajadores y administrativos. Contará con puestos de seguridad, laboratorios equipados, edificios de operadores, talleres de mantenimiento y un auditorio para que la gente que quiera conocer cómo se realiza el proceso de tratamiento de aguas pueda hacerlo.