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Colchane es una de las comunas del norte de Chile más afectadas por la migración irregular, pero también por el delito transnacional, que incluye narcotráfico, contrabando y trata y tráfico de personas. Esta localidad, en la frontera con Bolivia, tiene un clima frío y sus autoridades exigen que el Gobierno de Gabriel Boric pueda coordinar con su homólogo boliviano para llevar acciones coordinadas contra la migración ilegal y otros delitos.

El alcalde de Colchane, Javier García, identificó el tema migratorio como el más importante por resolver. La autoridad edil pidió que el Gobierno chileno aborde las devoluciones de migrantes que son detenidos en suelo chileno y que deben regresar a Bolivia, porque ingresaron desde ese país. Sin embargo, en Bolivia ya no son aceptados y se quedan en la población de Colchane.

“Si no trabajamos en las expulsiones administrativas, no trabajamos en las reconducciones, lamentablemente esta situación se va a descontrolar y se va a expandir al resto del país. Si no se avanza en la reducción en las expulsiones administrativas, de nada va a servir cualquier medida que sea implementada en la frontera, porque lamentablemente el control en una frontera de 130 kilómetros con el vecino Bolivia va a ser prácticamente imposible”, consideró García.

Boric en Colchane
El presidente de Chile, Gabriel Boric, llegó hasta Colchane la pasada semana. El mandatario se reunió con García para abordar el tema migratorio y la situación de la frontera. Hubo algunos acuerdos, pero el alcalde pidió que la ejecución de planes se lo haga en coordinación con Bolivia.

“Ahí están las relaciones de amistad, porque nosotros tenemos de alguna forma relaciones comerciales con Bolivia, tenemos ciertas colaboraciones en materia judicial y por supuesto ahí faltan conversaciones del gobierno con su par boliviano”, dijo García.

Según el alcalde de Colchane, su región recibe al menos 400 personas indocumentadas al día por la zona fronteriza donde se encuentra su poblado, uno de los cruces más utilizados por los extranjeros para ingresar a Chile. El mandatario chileno aseguró que una prioridad para su gobierno será agilizar diálogos con las autoridades de Bolivia y Venezuela para que reciban a las personas que sean expulsadas.

“Nuestros países vecinos, y en particular Bolivia, no están llevando adelante la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera de Colchane y que no son recibidos por el lugar donde entran, y eso tenemos que solucionarlo”, afirmó Boric.
El jefe de Estado chileno recordó que Chile y Bolivia no tienen relaciones diplomáticas desde 1978, cuando se rompieron los últimos vínculos entre ambos países debido a la demanda boliviana de salida soberana al mar.

En la localidad chilena de Cariquima, a 15 kilómetros de la frontera con Bolivia, se instaló en 2016 una base militar que tiene objetivos de prevenir el contrabando y el narcotráfico. Boric llegó a este puesto militar donde ahora se instaló un punto de observación y vigilancia militar.

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