La falta de información clara sobre la muerte del interventor del Banco Fassil, Carlos Colodro, dificulta la designación de un reemplazante, según Lenny Valdivia, exdirectora de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), quien ve que el hecho dio lugar a “mucha especulación” y “zozobra”.
Han pasado cuatro días desde el fallecimiento de Colodro, pero la entidad reguladora aún no nombró al nuevo interventor, pese a que el domingo el director de la institución, Reynaldo Yujra, dijo que tratará de que esa acción se realice “lo antes posible”.
Esa “es una atribución exclusiva de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero. Una vez que el director de la ASFI (Yujra) tome esa decisión, va a hacer conocer quién es el nuevo interventor”, remarcó el lunes pasado, la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza. “Creo que (eso) va a ser lo más pronto posible”, agregó.
Espinoza realizó esta declaración, luego de que Yujra indicara antes que la designación se realizaría luego de reunirse con el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montengro.
Valdivia precisó que “no hay plazo” para esa designación; sin embargo, la sucesión de hechos “amerita que el director de la ASFI de manera inmediata proceda a nombrar otro interventor”, tarea que “no será fácil”.
Este medio pudo confirmar que al menos dos profesionales ya rechazaron la invitación a ese cargo.
Las circunstancias de la muerte del interventor de Fassil conmociaron al mundo financiero boliviano. Fuentes de ese sector que pidieron la reserva de su nombre expresaron sus dudas sobre el presunto suicidio de Colodro, un técnico financiero de 64 años, de gran trayectoria en el sector.
Valdivia consideró que hay dos factores que priman en la designación del nuevo interventor, su capacidad y su seguridad.
“Cualquier otro profesional, por más garantías que se le dé, va a tener reparos” para asumir este cargo, puesto que buscará “preservar su vida, su integridad y la de su familia”, observó. “Para poder designar de manera inmediata un interventor, el Ministerio Público y la Policía tienen una tarea muy importante: esclarecer cuanto antes cuáles han sido las causas y circunstancias en las que falleció el exinterventor”, precisó.
Prioridades
El segundo elemento es que ese profesional debe tener una “formación sólida, ser extremadamente ético y contar con atributos personales como “templanza, capacidad de trabajo bajo presión y carácter para la toma de decisiones de manera inmediata. No puede ser cualquier persona, porque también se está poniendo en riesgo la representación del Estado”, dijo la exdirectora de ASFI.
La Ley de Servicios Financieros establece que el interventor tiene atribuciones en áreas legales, técnicas y contables, entre otras.
Valdivia apuntó que las principales responsabilidades del interventor son: proteger a los consumidores financieros, algo que se logró con la devolución del dinero de los ahorristas de Fassil; y el pago de obligaciones privilegiadas, entre ellas los beneficios sociales de los trabajadores.
También está la identificación de la situación real de los estados financieros, “si realmente el patrimonio y activos del banco eran del tamaño que reflejaban los estados financieros al momento de la intervención”; y el seguimiento, “en representación de la ASFI, de las acciones judiciales contra los responsables de haber llevado a la entidad financiera a la actual situación”. Valdivia insistió en que la intervención “es una tarea técnica muy delicada”, por lo que su cumplimiento a cabalidad requiere el apoyo de la ASFI y del Ministerio de Economía.